De manos de la Superiora de la Casa, la Hermana Paz de Belén de la Cruz, y con la equiescencia de Sevilla, esta Hermandad ha recibido este detalle, extraordinariamente significativo, y que nos llena de agradecimiento, por compartir estas admirables Hermanas de la Cruz el gozo que ya los hermanos del Santo Entierro venimos viviendo en estas fechas conmemorativas.
Se trata de un ostensorio de cristales preciosos, color carmesí oscuro, cruciforme y con destellos de brillantes, en cuyas piezas centrales quedan grabadas los motivos de la Pasión del Señor: Cruz, Escaleras, Clavos, Tenazas, Cáliz, etc... destacándose en su centro la forma de corazón, como emblema del Amor más puro, manifestación íntegramente trasladable a estas apreciadas donantes, en favor, siempre, del necesitado.
Desde aquella querida Casa de la Calle Carlos Mauricio Morales ya vienen preparándose para la visita de la Virgen que tanto desean ver allí, como en tantas otras ocasiones y frecuentemente lo hacen todos los demás Sagrados Titulares de nuestras Hermandades palmerinas. Los cantos de las Hermanas de la Cruz se postrarán ante las plantas de la Madre de los Dolores, que querrá encontrarse con ellas en este año especial en que también celebran el Cincuentenario de su establecimiento en nuestra ciudad.
Dejamos una instantánea de la Procesión Magna, dónde María Santísima de los Dolores llevaba en su mano aquel antiquísimo ostensorio, y que ahora es uno de los más importantes presentes, entregados, con ocasión de su LXXV Aniversario.
Foto: Archivo de la Hermandad
