Un año más, y van más de diez, nuestra Muy Antigua Hermandad Servita volvió a preparar su altar para recibir a Jesús Sacramentado en la mañana radiante del Corpus Christi. La esquina de la Calle Cristo de la Buena Muerte volvía a vestirse de gala, a embellecerse con los rojos damascos y los blancos claveles, a cubrirse de juncia y romero, de espigas de trigo y frescas vides para acoger al Señor Sacramentado en su Procesión Eucarística bajo palio. Nuestro altar este año se dedicaba especialmente al LXXV Aniversario de los Sagrados Titulares, estando presidido por un majestuoso cuadro donde aparecían reflejados el Santísimo Cristo de la Buena Muerte y María Santísima de los Dolores. El Exorno floral a base de claveles y espigas de trigo junto con varios guardabrisas con cera blanca completaban este elegante altar, que se flanqueaba por los faroles de plata de la Hermandad.
En la mañana del domingo 10 de junio, en la Solemnidad del Cuerpo de Cristo, los hermanos de la Junta de Gobierno y Grupo Joven participaron activamente tanto de la Solemne Función Sacramental como de la Procesión del Santísimo. Nuestro negro estandarte bordado volvía a pasear por las calles palmerinas en el cortejo protocolario del Corpus Christi, contando esta Hermandad con una numerosísima representación.
El momento más especial se vivió con la esperada visita de la Custodia a nuestro altar, donde Jesús Sacramentado volvió a bendecir a nuestros hermanos y a quedar por instantes ante la estampa de nuestros Titulares.
El Santo Entierro quiso ser altar para Dios, altar donde Jesús siempre vivo se hace presente, altar que se hace efímero frente al corazón de estos hermanos donde Cristo resucita día a día triunfante de su Buena Muerte.
Fotos: J.D. González y Manuel V.
