3 de diciembre de 2010

MARÍA DE LOS DOLORES, VIRGEN INMACULADA

Sorpresa. Esta fue la reacción que nos llevamos los hermanos del Santo Entierro, que acudimos ayer, jueves 2 de diciembre, a la Novena de la Inmaculada en el día dedicado a nuestra Hermandad. Celebrábamos el dogma de la Inmaculada Concepción y al acudir a la Capilla del Sagrario Viejo, veíamos a Nuestra Señora más Inmaculada que nunca. Siempre Ella lo es y será, pero en el día en que nos despedíamos de la cercanía del beso a su Hijo, Ella resplandecía de Celeste y Blanco: Toda Pura y Sin Pecado. El puñal del primer dolor, el de la Profecía de Simeón, lleva los brillantes de las fechas alegres que se acercan y que suceden al mes en el que la Buena Muerte de Jesus nos recordaba la ausencia de muchos amigos...
Es primero de diciembre, la oración por los fieles difuntos que celebramos ayer en la Capilla ya tornaba en esperanza... la Virgen ya tenía la flor de plata en sus manos, que marchitará meses después para hacerse corona de espinas. Ahora el Señor duerme, en la paz de su tabernáculo, esperando la Gloria que llegará pronto en la clara noche, con el canto del gallo y el repiqueteo jubiloso de campanas, transformando en nuestros sentidos el eco de cuando doblaba a difuntos y el ocaso nos señalaba la fugacidad de nuestro camino....



Fotos: Manuel V.